Su principal prenda era el caftán, una túnica abierta larga hasta los tobillos, generalmente de seda, con predominancia de colores rojo, azul y verde. En el Imperio otomano, la expansión territorial y el comercio proporcionaron una gran riqueza, que se reflejó en el vestir. Destacó especialmente la moda femenina, a la que se aplicaron todos los derroches en telas y adornos, buscando siempre la pompa y la suntuosidad. Destacó la industria de la seda, con un importante centro de producción en Bursa, donde se confeccionaban brocados y terciopelos para la corte; más tarde destacaron los talleres de Constantinopla, equipacion inglaterra mundial 2022 situados en un patio del palacio de Topkapı.